Congreso Internacional
Buenos Aires, 05 al 09 de septiembre de 2011
Intérpretes del pensamiento de Tomás de Aquino
La figura de Tomás de Aquino “desborda el contexto histórico y cultural en que se movió, situándose en un plano de orden doctrinal que trasciende las épocas históricas transcurridas desde el siglo XIII hasta nuestros días” (Pablo VI, Carta Apostólica Lumen Ecclesiae, 05.12.1974, §14).
“Todo el edificio doctrinal del Aquinate se apoya en el áureo principio, enunciado ya en las primeras páginas de la Suma Teológica, según el cual la gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona, y por su parte la naturaleza se subordina a la gracia, la razón a la fe y el amor humano a la caridad (Ibid., §8). El Doctor Común de la Iglesia y de la Humanidad ocupa un puesto singular, “no sólo por el contenido de su doctrina, sino también por la relación dialogal que supo establecer” con el pensamiento de su tiempo (Juan Pablo II, Carta Encíclica Fides et ratio, 14.09.1998, §43).
“Mostrar esta independencia entre filosofía y teología, y al mismo tiempo su relación recíproca fue la misión histórica del gran maestro… La confianza que santo Tomás otorga a estos dos instrumentos del conocimiento –la fe y la razón- puede ser reconducida a la convicción de que ambas proceden de una única fuente de toda verdad, el Logos divino, que actúa tanto en el ámbito de la creación como en el de la redención” (Benedicto XVI, Audiencia General, 16.06.2010).
A partir de marzo 2011 se cursará la invitación para formalizar la Inscripción y aviso de participación.