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lunes, 4 de julio de 2011

La Prudencia

PEQUEÑO APUNTE DEL DÍA

SANTO TOMÁS Y LA PRUDENCIA

Así la define el “Buey Mudo”:

es la recta razón en el obrar.

Y le agrega ocho partes:

1).., para conocer la verdad entre muchos factores es necesario recurrir a la experiencia, La experiencia, a su vez, se forma de muchos recuerdos.. En consecuencia, la prudencia conlleva el tener memoria de muchas cosas, y por eso es conveniente considerar a la memoria como parte de la prudencia.

2) Dado, pues, que la prudencia es la recta razón en el obrar, todo el proceso de la misma debe derivarse necesariamente de un conocimiento claro de los principios. Por esa razón se pone la inteligencia como parte de la prudencia.

3)…en materia de prudencia, necesita el hombre de la instrucción de otros, sobre todo de los ancianos, que han logrado ya un juicio equilibrado sobre los fines de las operaciones… Ahora bien, lo propio de la docilidad es disponer bien al sujeto para recibir la instrucción de otros.

4) Mas igual que la docilidad va encaminada a disponer al hombre para recibir de otro una apreciación recta, la sagacidad se propone la adquisición de una recta opinión por propia iniciativa,..(que), es habilidad para la rápida y fácil invención del medio, (y)es un hábito por el que de pronto se sabe hallar lo que conviene.

5) Es oficio del prudente —según el Filósofo en VI Ethic.aconsejar bien. Ahora bien, el consejo es una especie de investigación que va de unas cosas a otras, lo cual es obra de la razón. Por lo tanto, para la prudencia es necesario que el hombre razone bien.

6) … la providencia implica relación a algo distante hacia lo cual debe ordenarse cuanto suceda en el presente. Por eso la previsión es parte de la prudencia

7)..es necesaria en la prudencia la circunspección con esta finalidad: que el hombre compare lo que se ordena al fin con las circunstancias.

8) La prudencia se ocupa de acciones contingentes en las cuales puede mezclarse lo verdadero con lo falso, el mal con el bien, por la variedad de situaciones en que se presentan esas acciones en las que el bien está impedido por el mal, y éste presenta apariencias de bien. Por eso la prudencia necesita de precaución para aceptar el bien y evitar el mal.

Sirva este pequeño resumen para todos los argentinos de bien que estén dispuestos a hacer algo por la Patria.

jueves, 3 de marzo de 2011

Pequeño apunte sobre la paciencia

PEQUEÑO APUNTE DEL DÍA

LA PACIENCIA, SEGÚN EL ANGÉLICO DOCTOR

las virtudes morales se ordenan al bien en cuanto que conservan el bien de la razón contra los ataques de las pasiones. Y entre otras pasiones la tristeza es eficaz para impedir el bien de la razón, como consta por las palabras de 2 Cor 7,10: La tristeza según el mundo lleva a la muerte. Y también leemos en Ecle 30,25: A muchos mató la tristeza, y no hay utilidad en ella.Por eso es necesaria una virtud que mantenga el bien de la razón contra la tristeza para que la razón no sucumba ante ella. De ahí lo que dice San Agustín en el libro De Patientia: Por la paciencia humana toleramos los males con ánimo tranquilo, es decir, sin la perturbación de la tristeza, para que no abandonemos por nuestro ánimo impaciente los bienes que nos llevan a otros mayores. Es, pues, evidente que la paciencia es virtud.

Según San Agustín en el libro De Patientia, son propiamente pacientes los que prefieren soportar los males sin haberlos cometido que cometerlos sin padecerlos. En los que soportan males para hacer mal, su paciencia no es digna de admiración ni de alabanza, porque no existe, sino que debe admirarse su dureza y no darle el nombre de paciencia.

la paciencia tiene una obra perfecta en la tolerancia de las adversidades, de las que se origina en primer lugar la tristeza, moderada por la paciencia; en segundo lugar, la ira, que modera la mansedumbre; en tercer lugar, el odio, suprimido por la caridad; en cuarto lugar, el daño injusto, prohibido por la justicia.

el hombre posee su alma por la paciencia, en cuanto arranca de raíz la turbación de las adversidades que quitan la tranquilidad del alma.

la paciencia es raíz y guardiana de todas las virtudes no porque las produzca y conserve directamente, sino únicamente porque quita los obstáculos.

la paciencia, como virtud, es efecto de la caridad, según palabras de 1 Cor 13,4: La caridad es paciente.

La paciencia es parte cuasi potencial de la fortaleza, porque se adjunta a ella como virtud secundaria a la principal. Efectivamente, es objeto de la paciencia soportar los males ajenos con tranquilidad de ánimo..

La paciencia, …se ocupa más principalmente de las tristezas; en efecto, llamamos paciente no al que huye, sino al que se comporta dignamente en el sufrimiento de los daños presentes para que no sobrevenga una tristeza desordenada.

…Pero no va contra la noción de paciencia rebelarse, cuando sea necesario, contra quien infiere el mal, ya que, como dice el Crisóstomo, comentando aquellas palabras de Mt 4,10: Apártate, Satanás, es digno de alabanza ser paciente en el sufrimiento de las propias injurias, pero soportar pacientemente las injurias contra Dios es la suma impiedad. Y dice San Agustín, en una carta Contra Marcellinum, que los preceptos de la paciencia no van contra el bien de la república, por cuya conservación se lucha contra los enemigos.

(Suma teológica – II-IIae – Cuestión 136)

Nota catapúltica

Los tiempos que vienen pondrán a prueba nuestra paciencia. Meditar sobre las enseñanzas de Tomás y obrar en consecuencia, nos aliviará la carga.

Esta entrada se publicó , el Jueves, 3 de marzo de 2011 a las 12:23 horas y está guardada en Pequeños apuntes.